Noemía, el paraíso de Hans Vinding-Diers con el horizonte puesto en la perfección del Malbec

Noemía, el paraíso de Hans Vinding-Diers con el horizonte puesto en la perfección del Malbec

Noemía es una de las grandes bodegas de nuestro país, que a pesar de ser un pequeño paraíso ubicado en Mainqué, Río Negro, su riqueza y el patrimonio enológico cultural que detenta Hans y su familia, es uno de los más importantes de nuestro país. Por eso Noemía como marca y su dueño Hans Vinding-Diers, son sinónimos de calidad en el mundo del vino.

La historia de la bodega y su viña data del año 1932, en donde el dueño de las vides fue el don Pascual Napolitano, oriundo del sur itálico, que comenzó en ese entonces la implantación de sus primeras vides, prácticamente, sobre la costa de las bardas del Alto Valle Ríonegrino.

En el año 1952 inaugura Don Pascual su bodega emplazada en la misma chacra, junto a Doña Martina y sus hijos Atilio, Pablo y Francisco. En 1955 es ampliada la superficie de los viñedos, completando con el cultivo de vid la totalidad de la chacra.

En el año 1976 ésta bodega registró la elaboración de su última vendimia, por lo cual, en marzo del año 1979 fue dada de baja de oficio por el Instituto Nacional de Vitivinicultura.



Es importante destacar ésta historia previa a la gestión de su nuevo dueño, Hans Vinding-Diers, porque el año 1932 y 1955 son años importantes para la finca ya que toma dimensión la antigüedad de los viñedos actuales, y comprender así, el concepto de calidad que hoy Bodega Noemía ofrece al mercado global.

Volviendo a la cronología, a partir del presente siglo ésta propiedad pasó a manos de la Condesa Italiana y productora de vinos, Noemí Marone Cinzano junto a Hans Vinding-Diers, con el objetivo de producir grandes vinos en Argentina. Motivados por la gran y antigua finca de Malbec (1932) hicieron todo lo que tenían que hacer para restaurar la viña y retomar su producción. Embotellaron un Malbec de su viña, lo llevaron a Europa para ser testeado allí y realmente por su calidad ganó trascendencia. Esta situación desde ya, los motivó a instalarse en Mainqué, Río Negro y perseguir ese sueño de hacer el mejor vino posible. El horizonte hacia la perfección del Malbec.

Hans en su historia de vida años después, se separa de Noemí Cinzano, quedándose él con la finca. Años después nuevamente en pareja, se casa y forma familia con su esposa Belén, Argentina y procedente de la Zona de Sur del conurbano bonarense, para instalarse juntos en su chacra, conformando así un proyecto familiar y de vida.

Es importante contar ésta historia, porque Hans consideramos que además de ser un gran Winemaker, es una persona muy viajada, con mucho entrenamiento enológico, pero por sobre todas las cosas es un gran artista y artífice de grandes vinos, los cuales están conectados con sus sentidos, y presentan, además, un nexo fuerte con la naturaleza de donde salen los mismos. Sus altibajos años atrás, haciendo vinos memorables, y otros quizá con defectos, explica la conexión fuerte que tienen sus vinos con su vida. Éste detalle no lo destacamos antojadizamente, ni tampoco en términos peyorativos, sino por el contrario, ya que hoy a Hans en nuestra crónica de viaje lo hemos notado junto a su mujer muy focalizado y concentrado en el proyecto, haciendo cada vez vinos más ricos añada tras añada y logrando una increíble consistencia con ese horizonte de la perfección del Malbec mucho más visible y palpable.



Su viñedo es trabajado biodinámicamente, utilizando también, prácticas genuinamente orgánicas desde lo agronómico. Más allá de lo que la zona permite en términos de sanidad criptogámica, Hans lleva un paso más adelante en la sustentabilidad del proyecto, utilizando preparados fertilizantes biodinámicos naturales junto a sus compostajes, y también, hierbas entre viñedos para el control de plagas de manera natural y orgánica.

Su idea junto a Belén, es que la chacra sea autosustentable en términos de alimentación y calidad de vida. La finca fue ampliada más allá de las 4 hectáreas de 1955 para J. Alberto (uno de sus vinos), de las maravillosas 1,5 hectáreas de 1932 para Noemía (otro de sus grandes vinos) y de las poquitas parcelas para su Pinot Noir y su Cabernet Sauvignon Due (otro increíble vino), con la idea de expandir el proyecto con dos objetivos muy claros: uno, de hacer todos sus vinos salientes de su finca ya que el vino A Lisa, “entry level”, se hace con uvas de productores locales también de la zona de Mainqué), y el otro, para tener una granja con pasturas, animales y huerta propia abogando al concepto de la autosustentabilidad familiar sin necesidad de alimentarse del exterior. “Cerrar la tranquera y vivir de lo nuestro”, nos afirmó Hans. Todo un proyecto conceptualmente amigable con el medio ambiente y una coherencia de vida.

Hablando del concepto de sus fincas, las mismas ostentan tener individuos propios ya que son selecciones masales en pie franco y pre-filoxéricos. Ahí deviene el concepto que comentamos respecto al patrimonio histórico que hoy Hans y Belén tienen y ponen en valor.



El riego que se emplea es por manto o surco y se hace estratégicamente varias veces al año con el objetivo de hidratar las vides, manteniéndolas con labores culturales sustentables libres de fitosanitarios, agroquímicos y fumigaciones químicas. Las prácticas del tratamiento de las plagas son ancestrales y el concepto de la “Cuna a la Tumba” en la elaboración de sus productos tienen una baja huella de carbono (de las más bajas del país en cuanto a elaboración de vinos respecta y por hectárea), siendo amigables con el medio ambiente. Esto explica que los vinos de Noemía son de los más cuidados ambientalmente. Algo que hoy, el consumidor responsable solicita cada vez más. Incluso las etiquetas topes de gama como Noemía Malbec y Due, se envasan en botellas burdeos estándar de vidrio de simple espesor, sin la pompa que muchas bodegas acuden para alojar sus vinos de alta gama.

Lo impactante también, es el aprendizaje y la transferencia de conocimiento que coloquialmente transmite Hans, no solo para explicar lo que hidrológicamente sucede en la zona con sus canales abiertos y conducción de agua, sino también para transmitir su pasión por la biodinamía o agricultura ecológica, junto a que también se sepa su filosofía en la elaboración de sus vinos. La precisión que posee a la hora de esbozar todas sus ideas explica lo que está pasando hoy con la bodega y sus vinos de altísima calidad que están increíbles y todas las líneas son de gran nivel, con un poder de fruta impresionante, con una sutileza y fineza sin igual pocas veces vista en vinos argentinos, con una textura y sensación táctil increíble, con una frescura y acidez natural junto con una tremenda complejidad que explica fielmente los vinos del Alto Valle De Río Negro.

Y no solo eso, sus trabajos de barrica que van a salir en los años venideros, ya sea de Cabernet Due, Malbec Noemía y Pinot Noir, muchos de estos vinos reposando y polimerizándose en barricas T5 de Taransaud, una de las más importantes y más exclusivas del planeta para realizar vinos de calidad, explica el camino a la perfección y consistencia que está queriendo alcanzar Hans junto a su familia.

Para tener en cuenta lo que están todos sus vinos a continuación enumeramos y listamos nuestra impresión a medida que los catábamos junto a él. Son las últimas añadas que están o que van a salir en el mercado:


A LISA 2021

Cada día mejor éste entry level de la bodega. 80000 botellas. La frescura del Malbec de Mainqué con complejidad que se puede tomar hoy, pero se puede guardar unos años. Violetas, floral, cerezas, rosa mosqueta, muy buena acidez, textura en grip, ciruelas, hierbas de tomillo, estragón, largo final afrutado y especias, y una nota peculiar de mina de lápiz.

$ 2800

Tomar entre 2022-2029

Puntaje VAS: 93/100

J ALBERTO 2021

20000 botellas. Pasaje del vino para vinificarse en huevo, madera y tonel durante 1 año. Perfil frutal, taninos texturados, acidez, cerezas, rosa mosqueta, ciruelas, herbaridad. El perfil de frutal y de textura es de una sobriedad destacable. J. Alberto, siempre fue el vino rebelde de la bodega, que cada vez lo vemos más focalizado y afinado. Está cada vez mejor y eso es una buena noticia porque es la antesala a su gran Malbec, Noemía.

$ 5000

Tomar entre 2022-2034

Puntaje VAS: 94+/100

NOEMIA MALBEC 2020

4000 a 6000 Botellas. Increíble camino en el perfil de fruta y herbaridad. Herbario de estepa, balsámicos de eucaliptos, mentol y menta, fruta roja y negra crujiente, arándanos y cassis, sutileza en el paladar y sedoso. Increíble elegancia que se disfruta durante horas. Acidez punta que aporta fruta crujiente en fina textura o sensación táctil de grano fino. A pesar de su muy poco tiempo de estiba está increíblemente tomable hoy. Una maravilla.

U$S 120

Tomar entre 2022-2034

Puntaje VAS: 97/100

NOEMIA MALBEC 2019

Increíble. Outstanding. Moras, arándanos, mucho más intenso en taninos, con un perfil herbario y de balsámicos mentolados marcados debido que la añada 2019 fue una añada más fresca y seca que la 2020. Frutas azules de cassis, arándanos, ciruelas rojinegras entre maduras y crujientes, más potencia interna entre textura y acidez. Vainilla en chaucha y canela en rama. Sentimos que su Malbec, y en particularmente éste, es hoy el que mejor expresa al varietal mencionado en la Región del Alto Valle con una elegancia sin igual. Verdaderamente es un distinto que en ésta añada roza la perfección para disfrutar hoy pero que también se puede guardar muchísimos años y que quizá, solo quizá, los años en botella y una buena guarda, lo hagan perfecto.

U$S 120

Tomar entre 2022-2037

Puntaje VAS: 98+/100

NOEMIA MALBEC 2018

Un perfil más maduro que sus anteriores vinos. Cassis, Moras, arándanos, ciruelas rojinegras, maduras herbario y balsámicos mentolados. Sutil alcanfor, rosa mosqueta en mermelada con chutney. Vainilla en chaucha, canela en rama, caramelo y crème brûlée de bouquet. De mayor volumen en boca que la 2019 y 2020, coadyuvado por su madurez polifenólica, pero de taninos más maduros y redondeados. La sentimos más dura para tomar hoy que las otras añadas. Éste camino de consistencia de fruta aquí se consolida, pero aquí la sutileza se reemplaza por un estilo más intenso en su paso y medio de boca. Otro de los grandes que reiteramos precisa mucho tiempo abierto en botella o para empezar a tomarse en unos años.

U$S 120

Tomar entre 2024-2033

Puntaje VAS: 95/100


La verdad que éste pasaje en nuestra crónica verdaderamente fue el mejor sin dudas, por la experiencia de estar con Hans, por lo que está haciendo con su trayectoria a cuestas y, por sobre todas las cosas, la cofradía y camaradería que nos ha ofrecido él y Belén.

Al margen de todo, consideramos objetivamente que sus vinos gozan de muy buena salud y que verdaderamente están impresionantes.

Nos gusta verlo a Hans muy bien, porque si él está muy bien sus vinos cada vez más se acercarán al horizonte perfecto. A ese del mejor Malbec posible de la región y de nuestro país.

Bodega Noemía, una maravilla enorme en nuestra Patagonia. El pequeño paraíso terrenal de Hans Vinding Diers y su Familia.